Fieles lectoras

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cambiando mis expectativas

Hola mis niñas,hoy me siento un poco mejor,asi que me puse a escribir como loca para dejarles este nuevo capitulo,ya saben que detesto fallarles.
Ojala que les guste,lo escribi con mucho cariño para todas las que me leen y comentan.
Espero me perdonen si hay alguna falta de ortografia,besos mis niñas hermosas,saben que las quiero.
Oh,y mil gracias a las que me desearon que me recuperara pronto,como Laura y mi hermana Rina,gracias chicas por vuestro cariño,las adoro.



Capitulo 3

-Un apartamento bastante bueno Emmet,de verdad,muy bueno.-
Dijo Ben,uno de los reporteros del trabajo de Emmet.
Y tomo un trago de cerveza fría mientras observaba la casa de Emmet.
-No me pareció gran cosa cuando te ayude a hacer la mudanza,pero no esta nada mal.-
Era estupendo,y Emmet lo sabia.
El el salón había colocado su sofá largo de cuero negro,y su televisión de pantalla plana y grande,perfecta para ver los partidos.
Un par de lamparas,una mesa de centro desgastada por haber posado tantas veces los pies encima y un sillón,completaban la sala de estar.
También había dispuesto una zona de recreo con un aro de baloncesto de interior,a pequeña escala para practicar.
Una maquina de pinball,una estantería con sus bates de béisbol,su raqueta de tenis y un palo de hockey,un par de guantes de boxeo colgados de la pared y una mesa de futbolin.
Emmet no los consideraba juguetes,eran herramientas.
Había puesto estores en las ventanas en vez de cortinas,porque bloqueaban mejor la luz del sol en caso de que quisiera echarse una siesta.
En el dormitorio,solo había puesto una cama,una mesita de noche y otra televisión.
La habitación era para dormir,o si tenia suerte,para otro tipo de deporte. No obstante,lo que mas le gustaba era su oficina.
Ya se imaginaba pasando las horas frente al ordenador,jugando.
Tenia una silla giratoria,un escritorio,un fax,un teléfono y un DVD,para para repetir las jugadas mas controvertidas.
Con todas las placas,fotografiás y recuerdos deportivos,era un hogar.
-Parece el bar del vecindario.-Le dijo Ben mientras estiraba las piernas.-Donde se reúnen los deportistas.-
Emmet lo considero un gran cumplido.
-A mi me gusta.-
-A mi también.-Le dijo Ben,y le hizo un brindis a Emmet con la botella de cerveza.
-Es un sitio donde uno puede relajarse,ser uno mismo.
Desde que empece a vivir con Tania tengo cosas de porcelana por todas partes,y la ropa interior colgada en el baño.
El otro día llego a casa con una colcha nueva,tiene flores,flores rosas.-
-He-Dijo Emmet con petulancia.
-Tu lo elegiste.-
-Si,es una pena que este colado por ella,y ademas es una hincha del Oakland.-
-¿De veras?-
Estuvieron hablando de béisbol y terminaron las cervezas en una armonía masculina completa.
-Tengo que cubrir un partido.-
-¿Esta noche?Creía que el Baltimore iba a estar en chicago hasta mañana.-
-Así es.-Dijo Emmet,y se metió al bolsillo la grabadora,el bloc y un lapicero.
-Voy a cubrir un partido a la universidad,hay un base que tiene a los ojeadores babeando.
Pensé en ir a echar un vistazo y entrevistar al chico.-
-Que trabajo,ir a los partidos,meterse en los vestuarios.-
Dijo Ben poniéndose en pie.
-Si,es una vida difícil.-Dijo Emmet,y le paso un brazo por los hombros a Ben mientras salían del apartamento.
-Bueno,¿Y como va esa historia de las figuras de porcelana?-
-Dejalo Emmet.-
-Eh,unos tienen que ir a su casa,otros tenemos que irnos al estadio.-
Y que buen día para ir a un partido,pensó Emmet.
Una temperatura perfecta,agradable,y el cielo despejado.
Ya podía oler los cacahuetes tostados y los perritos calientes.
-Mientras tu estas con un puñado de críos universitarios y sudorosos,yo estaré acurrucado con una mujer.-
-Bajo una colcha de flores.-Recalco Emmet.
-Si,pero ella dice que esa colcha la hace sentirse sexy,y tengo que decirte que...vaya,vaya...-
Ben se quedo anonadado y Emmet se dio la vuelta.
Entonces,el también se quedo boquiabierto.
Y si no se equivocaba,la lengua le cayo hasta los zapatos.
Ella llevaba las falda mas corta que hubiera inventado el genero humano,bajo la falda había un par de piernas interminables embutidas en unas mallas negras,se balanceaba al caminar.
¿Como iba a evitarlo si llevaba unos tacones de aguja altísimos?
Llevaba un corpiño blanco que dejaba a la vista una deliciosa cantidad de escote,y alrededor del cuello,una corbata negra brillante que por razones inexplicables para Emmet,hizo que todas las células de su cuerpo hirvieran.
Tenia el pelo suelto hasta la cintura,a Emmet le dieron ganas de enterrar sus manos en el.
Ella se detuvo,sonrió y dijo algo.
Pero el no lo entendió porque tenia los ojos fijos en sus piernas.
-...si te habías instalado bien.-
-Ah...-el parpadeo.
-¿Como?-
-He dicho que no he tenido ocasión de preguntarte si te habías instalado bien.-
-Muy bien.-Respondió Emmet intentando recuperarse.
-Me alegro,Erick se a resfriado y he tenido mucho que hacer.
Te vi subiendo tus cosas hace un par de días.-
-Si,si. Ben.-Dijo el cuando su amigo le clavo un codo en las costillas. -Te presento a Ben,me ha ayudado con la mudanza.-
-Hola ben,soy Rose.-
-Hola Rose,soy Ben.-Dijo Ben embobado.
Ella sonrió,era el uniforme,lo sabia.
Por mucho que lo detestara no podía evitar divertirse al ver como afectaba a algunos miembros masculinos de la especie.
-¿Tu también trabajas en el periódico?-
-Si,yo,he...estoy escribiendo un articulo sobre la esterilización de las mascotas.-
-¿De veras?-Ella casi sintió lastima por Ben al ver como se le movía la nuez del cuello.
-Lo leeré,me alegro de que todo vaya bien.-
Dijo mirando a Emmet,que parecía furioso sin explicación alguna.
-Ahora me tengo que ir a trabajar.-
-¿Vas a salir así?-Le pregunto Emmet.
Ella frunció los labios.
-Bueno,este es mi uniforme de trabajo,soy camarera en el bar Blake Dark.
Me alegro de conocerte Ben.-
Ella camino hacia su coche.
No,pensó Emmet.
Mas bien se balanceo con aquellos pasos largos,perezosos.
Ambos seguían mirándola embobados cuando salio del aparcamiento y se alejo por la calle.
-Tu casera-susurro Ben con reverencia.
-Esa era tu casera.-
-Creo que si.-
No tenia aquel aspecto cuando habían firmado el contrato,era guapa,si,pero de un modo poco amenazante.
No parecía tan...tan...A Emmet le faltaban las palabras.
Era madre,por el amor de dios,no podía tener aquel aspecto.
Le había hervido la sangre cuando a su amigo casi se le cae la baba al hablar con ella,y para colmo,a ella le había echo gracia.
La muy descarada había sonreído como si nada,era una coqueta.
Sintió ganas de aplastarle la cabeza a su amigo,pero nada serviría.
Solo conseguiría que el le hubiera interrogado por algo de lo que ni el mismo,tenia la menor explicación.
No entendía el porque de su furia al verla hablar con su amigo,y aun menos porque le importaba el como fuera vestida.
Decidió dejarlo estar,era lo mejor.
-Tiene un hijo.-Le dijo a Ben,quería que le quedara claro.
-¿Si?-
-Si,es un niño.-Dijo Emmet distraidamente.
-Así de alto.-Indico poniendo la mano con la palma hacia abajo a unos noventa centímetros del suelo.
-Puede que tenga un niño,pero también tiene piernas.
Así de altas.-Dijo Ben,y se puso la mano a la altura del cuello.
-Tienes un vida de cuento Emmet,mi casero tiene tatuajes en los brazos,tu tienes un casera que parece salida de un póster.-
-Es madre.-Repitió Emmet.
-Bueno,a mi no me importaría que me diera leche con galletas.
Nos vemos en el periódico.-
-Claro.-Se despidió Emmet.
Se quedo donde estaba frunciendo el ceño,se suponía que las madres no tenían ese aspecto,se suponían que eran...maternales,reconfortantes.
Exhalo un suspiro e intento quitarse el nudo del estomago.

A media noche,a Rosalie le dolían los pies,la espalda y los brazos de llevar bandejas de bebidas.
Había rechazado seis proposiciones,dos de ellas tan bienintencionadas que habían sido divertidas,otras dos insultantes,y las otras dos usuales,fácilmente olvidables.
Aquello era parte del trabajo,y ella lo sabia,pero estaba harta de darle largas a unos tipos babosos que lo único que buscaban era llevársela a la cama.
El bar estaba iluminado con neones y tenia muchos rincones oscuros,bastante hortera.
Las camareras tenían que ir vestidas como fulanas descerebradas,pero las propinas eran excelentes,y la clientela,en su mayoría,inofensiva.
-Dos vinos de la casa,uno Ruso Negro y un café.-
Le dijo al camarero que había tras la barra,y se tomo un instante para girar os hombros.
Esperaba que Beth hubiera acostado a Erick sin problemas,el niño había estado de mal humor durante todo el día,lo cual significaba que ya casi había superado el catarro.
Se había enojado aquella mañana cuando ella le había dicho que aun no podía ir al colegio,a ella nunca le había ocurrido aquello,nunca se había enfadado por no tener que ir al colegio.
A sus veinticinco años,se arrepentía mucho de haber descuidado su educación,si hubiera sido mas aplicada y estudiado en la universidad habría podido tener una buena profesión.
En de vez de eso solo tenia un certificado escolar que apenas merecía,y estaba sirviendo bebidas a hombre que intentaban meter los ojos en su escote.
Sin embargo,no iba a lamentarse.
Lo hecho hecho estaba,y ella tenia un gran premio en la vida,Erick. En un par de años habrá conseguido ahorrar lo suficiente como para dejar de lado el corpiño y comenzar a estudiar por las noches,cuando hubiera unos cursos de empresariales,podría abrir su propia floristería.
Y ya no tendría que dejar a Erick con canguros por las noches.
Sirvió su mesa y tomo el pedido de otra,dio gracias de que en cinco minutos llegaría su descanso.
Al ver a Emmet entrar en el bar,inmediatamente pensó en Erick.
Pero deshecho la idea rápidamente,Emmet estaba relajado,observando el bar.
Cuando sus miradas se cruzaron,el asintió para saludarla y se acerco a ella entre las mesas.
-He venido a tomar algo.-
-Pues estas en el lugar indicado.
¿Quieres sentarte en la barra,o prefieres una mesa?-
-Una mesa.¿Tienes un minuto?-
-Ahora tengo un descanso de un cuarto de hora.¿Por que?-
-Me gustaría hablar contigo.-
-De acuerdo.¿Que quieres tomar?-
-Café solo.-
-Muy bien,siéntate.-
El observo como se alejaba hacia la barra e intento no concentrarse en lo atractiva que era,”controlate Emmet”se dijo.
No debía permitir que un par de piernas largas le nublara el sentido,solo había ido allí para hacerle unas cuantas preguntas.
A averiguar la historia completa,eso hacia normalmente,y se le daba bien.
-Hemos tenido mucho trabajo hoy.-Dijo Rosalie sentándose con dos cafés en la mesa,después suspiro de cansancio y suspiro.
-Es la primera vez que me siento en cuatro horas.-
-Pensaba que trabajabas en una floristería.-
-Así es,trabajo allí tres días a la semana.
Cuando se acerca el día de la madre,navidad,semana santa...
entonces puedo hacer mas horas.-Le explico.
Dio un sorbo a su café y dejo que circulara por su organismo.
-Es una tienda pequeña y Toni,el dueño,solo tiene un par de empleadas a tiempo parcial.
Así no tiene que pagar los extras,como el seguro medico o las bajas por enfermedad.-
-Eso es rastrero.-Dijo Emmet horrorizado.
-He,es un trabajo.
Y me gusta,Toni y Daniela,su mujer,me han enseñado mucho sobre flores.-
Alguien puso música en la maquina de discos y Emmet tuvo que acercarse a ella para que pudiera oírlo,durante un instante,perdió el hilo de lo que iba a decirle en sus grandes ojos azules.
-¿No te había visto en otro sitio antes?-Le pregunto.
-En el apartamento.-
-No,quiero decir...-Sacudió la cabeza y dejo aquel tema.
-¿Por que aquí?-
-¿Por que aquí que?-
-¿Por que trabajas aquí?-
-Para ganar un sueldo.-
-No creo que debas trabajar en un bar.-
-¿Como? ¿Es que tienes algún problema con las camareras?-
-No,no,es solo que...eres madre.-
-Si,es cierto. Tengo un hijo para demostrarlo.
¿Es que creer que seria mas apropiado que estuviera en casa haciendo galletas o tejiendo una bufanda?-
-No.-Respondió Emmet,aunque se avergonzó porque era justo lo que creía.
-Es el traje.-Dijo.
-Y la forma en que te miran los hombres.-
-Si una mujer se pone esta ropa,los hombres van a mirar.
Si te sientes mejor,te diré que no me visto así para las reuniones de padres de la escuela.-
Emmet se sentía mas ridículo a cada segundo que pasaba.
-Mira,no es asunto mio. Es solo que tengo costumbre de hacer preguntas. A mi me parece que podrías hacer algo mejor que esto.
Quiero decir que trabajas en la floristería,y con la renta...-
-Y tengo una hipoteca que pagar,un hijo que necesita ropa y zapatos,la letra del coche,las cuentas del supermercado,del medico...-
-¿Del medico? ¿El niño esta enfermo?-
Rosalie puso los ojos en blanco,justo cuando ella empezaba a enfadarse,el la ablandaba.
-No,los niños de la edad de Erick siempre traen algún germen del colegio. Necesita hacerse revisiones periódicas en el pediatra,e ir al dentista,esas cosas no son gratis.-
-No,pero hay programas,ayudas.-Dijo el.
Y se quedo callado,porque aquellos ojos azules se habían vuelto feroces.
-Soy perfectamente capaz de ganarme un sueldo y cuidar de mi hijo.-
-Yo no quería decir...-
-Quizá no tenga un titulo universitario ni ninguna capacidad especifica,pero me gano la vida,y a mi hijo no le falta de nada.-
Dijo poniéndose en pie.
-Nos las hemos arreglado siempre perfectamente,y no necesito que aparezca un periodista entrometido y me diga como tengo que ejercer de madre.
La casa invita al café,idiota.-
El se encogió mientras ella se alejaba de la mesa,y después exhalo un largo suspiro.
Lo has echo muy bien Emmet”se dijo a si mismo.
Se pregunto si no tendría una nota de desahucio en la puerta al día siguiente.

¿Me dejan un comentario que ayude a reponerme del todo?
Besos.

1 comentario:

  1. Hola nena me alegro que estes mejor y se nota poeque el capitulo esta buenisimo....Me encanto,besos ,cuidate...

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