Capitulo 6
Bella pov
Sentía algo en la
cara,como una suave caricia.
Abrí los ojos despacio y
enfoque la vista,estaba en la cama,en mi dormitorio. Los rayos de sol
se filtraban por la ventana.
Me gire despacio,a mi
lado,sentado,se encontraba Edward,mirándome intensamente.
Me senté de un salto
sobre la cama cubierta aun por la sabana,no sabia cuando podría
desatar su ira.
-¿Que que haces aquí?-Le
pregunte titubeante.
El me miraba extraño,no
sabia el motivo de su mirada,pero no veía odio en sus ojos.
-Quería hablar contigo.-
-¿Y no pudiste esperar a
que me levantara y bajara a la sala?-
-No,mi madre y mi hermana
están abajo,y quiero hablar contigo en privado.-
-De acuerdo,habla.-
El pareció pensar un
momento las palabras que iba a decir,finalmente hablo,dejándome aun
mas sorprendida de lo que estaba por su presencia en mi cuarto.
-Perdoname Bella,por lo de
la otra noche,no era mi intención levantarte la voz,mucho menos
decirte que no eras nadie.-
Busque en su mirada algo
que pudiera decirme si estaba o no mintiendo,pero solo encontré unos
hermosos ojos verdes de mirada cristalina en los que podría perderme
durante toda mi vida.
-Se que no me he
comportado bien hasta ahora,pero quiero remediarlo.¿Me dejaras?-
-Si Edward,estas
perdonado.-
Dije ilusionada,al
parecer,todo marcharía mejor,iba a cambiar.
-Bien,porque sera mejor
que nos llevemos bien mientras mi familia este aquí.-
¿Pero es que este hombre
tenia que arruinar todos los momentos?
Solo buscaba que su
familia se creyera el teatro,no lo hacia por mi.
Que ingenua había sido.
-Tranquilo Edward,tu
familia no sabrá que todo esto es una farsa.-
-Bien,ahora me retiro para
que te puedas levantar,nos vemos abajo.-
Y sin decir mas se marcho
dejándome sola en el enorme cuarto,deje escapar un largo
suspiro,Edward conseguía marearme con sus constantes cambios de
humor.
Sabia que cuando era frió
e indiferente,podía hacerte mucho daño.
Pero también tenia la
seguridad de que si se mostraba atento y cambiaba,podría estar
metida en serios problemas con mi corazón,no podía permitir que eso
sucediera,un año,eso era todo lo que yo tendría con Edward,debía
recordarme a mi misma que era solo un contrato.
Me duche y vestí con unos
pitillos negros y una blusa blanca con escote,me calce mis zapatos
negros de tacón,deje mi cabello suelto,y di un poco de color a mis
ojos y labios.
Baje a la sala para
desayunar,era hora de volver a actuar amor y felicidad de nuevo hacia
mi prometido.
Esme y Alice se
encontraban riendo junto con Edward en la sala,parecía que charlaban
animadamente.
-Buenos días.-Dije
reuniéndome junto a ellos en la mesa.
-Buenos días
hija.¿Dormiste bien?-
De nuevo esa sensación me
embargo,la sensación de estar frente a una verdadera madre,ella me
llamaba hija con tanta naturalidad que me desconcertaba,y a la vez,me
hacia sentir culpable por la farsa de mi supuesto amor hacia su único
hijo.
-Si Esme,gracias.-
-¿Te probaste los
vestidos?-
La tostada se escurrió de
entre mis manos,temblorosa,mire a Edward,que estaba muy atento a la
conversación entre su madre y yo.
El día anterior,había
dejado que Esme me regalara unos vestidos,no me hacia ninguna falta
lucir ropa tan cara,pero ella tenia tanta ilusión por
regalármelos,que no pude poner objeción.
Ella despertaba en mi un
sentimiento de calidez,cariño y adoración,e incluso de admiración.
La admiraba por seguir
adelante junto a sus hijos,aun cuando su marido,ya no estaba a su
lado.
Si mi mama hubiese echo lo
mismo,ahora tendría a una madre a la que abrazar y contarle que en
unos pocos días,me iba a casar,pero eso era algo que a ella le daba
igual,mi vida era un absurdo para ella.
-Si Esme,me quedan bien,de
nuevo gracias.-
-No tienes porque darme
las gracias hija,lo hice con mucho gusto.-
-¿De que vestidos
habláis?-Pregunto Edward con interés.
Dude un segundo,y
finalmente le conté titubeante.
-Ayer en la tarde salí de
compras con tu hermana y tu mama,y ella me regalo unos hermosos
vestidos,espero que no te importe.-
-Claro que no cielo,es
mas,te agradezco el gesto mama,yo iba a hacerlo pero con tanto
trabajo no encontré la ocasión.
Esta noche saldremos a
cenar,así podrás lucir uno de esos vestidos. ¿Que te parece?-
Me dejo confundida ante su
comportamiento,pero lo atribuí a que su hermana y su madre se
encontraban delante.
-Esta bien cariño.-Le
dije intentando no atragantarme con la palabra,era como una
palabrota.
En ese momento,Doris entro
en la sala con el teléfono en la mano y se acerco hasta Edward.
-Señor preguntan por
usted,es del hospital.-
Sentí un nudo en la
garganta.
¿Le habría ocurrido algo
a mi padre?
El cogió el teléfono y
hablo durante unos largos minutos,cuando colgó,me miro sonriente.
-El traslado de tu papa ya
a sido efectuado,se encuentra ya acomodado en el hospital.-
-¡Quiero ir a verlo!-Dije
levantándome de la silla.
El me cogió por la mano y
me hizo mirarle.
-Tranquilizate Bella,no
tienes porque alterarte.-
-Es mi papa Edward,quiero
verlo,saber como esta,por favor.-
-Te voy a decir lo que
haremos,me iré por unas horas a la oficina,pero regresare en la
tarde a por ti y te llevare junto a el.
¿Estas de acuerdo?-
-Oh gracias Edward,muchas
gracias.-
Dije tan contenta,que le
abrace rodeando su cuello con mis brazos.
Todo su cuerpo se tenso
ante mi abrazo,por lo que me separe de el y le pedí disculpas con la
mirada.
-Tu siempre tan amoroso
hermanito.-Le reprocho Alice.
-Hija,veras que tu papa se
recupera enseguida,Edward me a puesto al tanto de todo y quiero que
sepas que cuentas con nuestro apoyo.-
-Si hermanita,cualquier
cosa que tu o tu papa necesiten,no dudes en pedírnosla.-
-Muchas gracias-Les dije a
ambas.
-Significa mucho para mi
poder contar con vosotras.-
Después del desayuno
Edward se marcho a la oficina,yo me disculpe con su mama y su hermana
y salí al jardín a pasear.
Estaba ansiosa por ver a
mi papa,tenia grabados en mi memoria tantos momentos a su lado....
De niña jugando en el
parque,pescando en el lago,y en cada uno de esos recuerdos,estaba mi
papa.
También tenia momentos
amargos,después del divorcio el se negó a verme,le recordaba a mi
madre y el me alejo de su vida.
Pero por encima de
todo,era mi padre,y estaba dispuesta a todo con tal de
ayudarle,aunque tuviese que casarme con un hombre frió y
despiadado,tenia pensado anular esta absurda boda,pero recordar a mi
padre solo me hizo reafirmarme y estar mas segura que nunca de salvar
su vida.
Las horas del reloj
pasaban muy lentamente,comí ausente,y Esme noto mi ansiedad.
-No te preocupes hija,tu
padre va a estar bien.-
Me había dicho
envolviéndome en un abrazo maternal.
Finalmente dieron las
cinco,y Edward llego a casa como había dicho que haría.
-¿Estas lista para
salir?-
-Si,vayámonos ya por
favor.-
Edward conducía muy
deprisa,demasiado para mi gusto.
Pero no me queje,yo mas
que nadie tenia ganas de llegar y ver a mi padre.
Estaciono frente al
hospital y me ayudo a bajar del coche,me guió por los pasillos del
hospital hasta que se detuvo frente a una muchacha,ella estaba de
espaldas hablando con otro doctor.
-Rosalie-
Ella se giro e
inmediatamente sonrió.
-Edward querido,cuanto
tiempo sin verte.-
Dijo dándole dos besos.
-Tu debes de ser
Bella.-Dijo volviéndose hacia a mi.
Asentí demasiado nerviosa
para hablar.
¿Quien era esta mujer que
actuaba tan cariñosamente con Edward?
Sentí una punzada en mi
pecho,pero la hice a un lado cuando la mujer se dispuso a hablarme de
mi padre.
-Soy Rosalie Hale,la
doctora que trata el caso de tu papa.
Tu padre se encuentra
estable en ese cuarto de ahí,pero antes que entres,debo decirte que
tu papa esta débil,y necesita ser operado con urgencia.-
Mi estomago se contrajo
ante esas palabras,sentí como mi mano era tomada con fuerza,mire
hacia mi lado,Edward estaba ahí,tomando mi mano en señal de apoyo.
En otro momento me hubiera
parado a pensar el porque de su comportamiento,pero ahora no,en ese
momento,solo tenia cabeza para el hombre que había tras la puerta de
la habitación que la doctora me señalaba.
Apenas y escuchaba las
palabras que ella me decía,tenia frió,y miedo. Miedo a entrar y
desmoronarme.
Pero sabia que debía ser
fuerte,tenia que estar junto a el en este momento.
Me detuve frente a la
puerta,suspire,e intente armarme de valor antes de entrar en la
habitación.
Cuando gire el pomo de la
puerta y la abrí,las fuerzas de mis piernas fallaron,dejando estas
como gelatina.
Solo algo impidió que
cayera al suelo,Edward,que sostenía firmemente mi cintura.
Le mire a los ojos,una
extraña sensación se apodero de mi,sentí la urgente necesidad de
acurrucarme en su pecho,de buscar en sus brazos la protección y
seguridad que tanto necesitaba en ese momento.
Pero no lo hice,me quede
donde estaba,y todo,porque mas que nada,temía que el me rechazara.
Fantastica ,me encanta...Besos..
ResponderEliminar