Fieles lectoras

miércoles, 23 de mayo de 2012

Corazon de tempano


Capitulo 6

Bella pov

Sentía algo en la cara,como una suave caricia.
Abrí los ojos despacio y enfoque la vista,estaba en la cama,en mi dormitorio. Los rayos de sol se filtraban por la ventana.
Me gire despacio,a mi lado,sentado,se encontraba Edward,mirándome intensamente.
Me senté de un salto sobre la cama cubierta aun por la sabana,no sabia cuando podría desatar su ira.
-¿Que que haces aquí?-Le pregunte titubeante.
El me miraba extraño,no sabia el motivo de su mirada,pero no veía odio en sus ojos.
-Quería hablar contigo.-
-¿Y no pudiste esperar a que me levantara y bajara a la sala?-
-No,mi madre y mi hermana están abajo,y quiero hablar contigo en privado.-
-De acuerdo,habla.-
El pareció pensar un momento las palabras que iba a decir,finalmente hablo,dejándome aun mas sorprendida de lo que estaba por su presencia en mi cuarto.
-Perdoname Bella,por lo de la otra noche,no era mi intención levantarte la voz,mucho menos decirte que no eras nadie.-
Busque en su mirada algo que pudiera decirme si estaba o no mintiendo,pero solo encontré unos hermosos ojos verdes de mirada cristalina en los que podría perderme durante toda mi vida.
-Se que no me he comportado bien hasta ahora,pero quiero remediarlo.¿Me dejaras?-
-Si Edward,estas perdonado.-
Dije ilusionada,al parecer,todo marcharía mejor,iba a cambiar.
-Bien,porque sera mejor que nos llevemos bien mientras mi familia este aquí.-
¿Pero es que este hombre tenia que arruinar todos los momentos?
Solo buscaba que su familia se creyera el teatro,no lo hacia por mi.
Que ingenua había sido.
-Tranquilo Edward,tu familia no sabrá que todo esto es una farsa.-
-Bien,ahora me retiro para que te puedas levantar,nos vemos abajo.-
Y sin decir mas se marcho dejándome sola en el enorme cuarto,deje escapar un largo suspiro,Edward conseguía marearme con sus constantes cambios de humor.
Sabia que cuando era frió e indiferente,podía hacerte mucho daño.
Pero también tenia la seguridad de que si se mostraba atento y cambiaba,podría estar metida en serios problemas con mi corazón,no podía permitir que eso sucediera,un año,eso era todo lo que yo tendría con Edward,debía recordarme a mi misma que era solo un contrato.
Me duche y vestí con unos pitillos negros y una blusa blanca con escote,me calce mis zapatos negros de tacón,deje mi cabello suelto,y di un poco de color a mis ojos y labios.
Baje a la sala para desayunar,era hora de volver a actuar amor y felicidad de nuevo hacia mi prometido.
Esme y Alice se encontraban riendo junto con Edward en la sala,parecía que charlaban animadamente.
-Buenos días.-Dije reuniéndome junto a ellos en la mesa.
-Buenos días hija.¿Dormiste bien?-
De nuevo esa sensación me embargo,la sensación de estar frente a una verdadera madre,ella me llamaba hija con tanta naturalidad que me desconcertaba,y a la vez,me hacia sentir culpable por la farsa de mi supuesto amor hacia su único hijo.
-Si Esme,gracias.-
-¿Te probaste los vestidos?-
La tostada se escurrió de entre mis manos,temblorosa,mire a Edward,que estaba muy atento a la conversación entre su madre y yo.
El día anterior,había dejado que Esme me regalara unos vestidos,no me hacia ninguna falta lucir ropa tan cara,pero ella tenia tanta ilusión por regalármelos,que no pude poner objeción.
Ella despertaba en mi un sentimiento de calidez,cariño y adoración,e incluso de admiración.
La admiraba por seguir adelante junto a sus hijos,aun cuando su marido,ya no estaba a su lado.
Si mi mama hubiese echo lo mismo,ahora tendría a una madre a la que abrazar y contarle que en unos pocos días,me iba a casar,pero eso era algo que a ella le daba igual,mi vida era un absurdo para ella.
-Si Esme,me quedan bien,de nuevo gracias.-
-No tienes porque darme las gracias hija,lo hice con mucho gusto.-
-¿De que vestidos habláis?-Pregunto Edward con interés.
Dude un segundo,y finalmente le conté titubeante.
-Ayer en la tarde salí de compras con tu hermana y tu mama,y ella me regalo unos hermosos vestidos,espero que no te importe.-
-Claro que no cielo,es mas,te agradezco el gesto mama,yo iba a hacerlo pero con tanto trabajo no encontré la ocasión.
Esta noche saldremos a cenar,así podrás lucir uno de esos vestidos. ¿Que te parece?-
Me dejo confundida ante su comportamiento,pero lo atribuí a que su hermana y su madre se encontraban delante.
-Esta bien cariño.-Le dije intentando no atragantarme con la palabra,era como una palabrota.
En ese momento,Doris entro en la sala con el teléfono en la mano y se acerco hasta Edward.
-Señor preguntan por usted,es del hospital.-
Sentí un nudo en la garganta.
¿Le habría ocurrido algo a mi padre?
El cogió el teléfono y hablo durante unos largos minutos,cuando colgó,me miro sonriente.
-El traslado de tu papa ya a sido efectuado,se encuentra ya acomodado en el hospital.-
-¡Quiero ir a verlo!-Dije levantándome de la silla.
El me cogió por la mano y me hizo mirarle.
-Tranquilizate Bella,no tienes porque alterarte.-
-Es mi papa Edward,quiero verlo,saber como esta,por favor.-
-Te voy a decir lo que haremos,me iré por unas horas a la oficina,pero regresare en la tarde a por ti y te llevare junto a el.
¿Estas de acuerdo?-
-Oh gracias Edward,muchas gracias.-
Dije tan contenta,que le abrace rodeando su cuello con mis brazos.
Todo su cuerpo se tenso ante mi abrazo,por lo que me separe de el y le pedí disculpas con la mirada.
-Tu siempre tan amoroso hermanito.-Le reprocho Alice.
-Hija,veras que tu papa se recupera enseguida,Edward me a puesto al tanto de todo y quiero que sepas que cuentas con nuestro apoyo.-
-Si hermanita,cualquier cosa que tu o tu papa necesiten,no dudes en pedírnosla.-
-Muchas gracias-Les dije a ambas.
-Significa mucho para mi poder contar con vosotras.-


Después del desayuno Edward se marcho a la oficina,yo me disculpe con su mama y su hermana y salí al jardín a pasear.
Estaba ansiosa por ver a mi papa,tenia grabados en mi memoria tantos momentos a su lado....
De niña jugando en el parque,pescando en el lago,y en cada uno de esos recuerdos,estaba mi papa.
También tenia momentos amargos,después del divorcio el se negó a verme,le recordaba a mi madre y el me alejo de su vida.
Pero por encima de todo,era mi padre,y estaba dispuesta a todo con tal de ayudarle,aunque tuviese que casarme con un hombre frió y despiadado,tenia pensado anular esta absurda boda,pero recordar a mi padre solo me hizo reafirmarme y estar mas segura que nunca de salvar su vida.

Las horas del reloj pasaban muy lentamente,comí ausente,y Esme noto mi ansiedad.
-No te preocupes hija,tu padre va a estar bien.-
Me había dicho envolviéndome en un abrazo maternal.
Finalmente dieron las cinco,y Edward llego a casa como había dicho que haría.
-¿Estas lista para salir?-
-Si,vayámonos ya por favor.-
Edward conducía muy deprisa,demasiado para mi gusto.
Pero no me queje,yo mas que nadie tenia ganas de llegar y ver a mi padre.
Estaciono frente al hospital y me ayudo a bajar del coche,me guió por los pasillos del hospital hasta que se detuvo frente a una muchacha,ella estaba de espaldas hablando con otro doctor.
-Rosalie-
Ella se giro e inmediatamente sonrió.
-Edward querido,cuanto tiempo sin verte.-
Dijo dándole dos besos.
-Tu debes de ser Bella.-Dijo volviéndose hacia a mi.
Asentí demasiado nerviosa para hablar.
¿Quien era esta mujer que actuaba tan cariñosamente con Edward?
Sentí una punzada en mi pecho,pero la hice a un lado cuando la mujer se dispuso a hablarme de mi padre.
-Soy Rosalie Hale,la doctora que trata el caso de tu papa.
Tu padre se encuentra estable en ese cuarto de ahí,pero antes que entres,debo decirte que tu papa esta débil,y necesita ser operado con urgencia.-
Mi estomago se contrajo ante esas palabras,sentí como mi mano era tomada con fuerza,mire hacia mi lado,Edward estaba ahí,tomando mi mano en señal de apoyo.
En otro momento me hubiera parado a pensar el porque de su comportamiento,pero ahora no,en ese momento,solo tenia cabeza para el hombre que había tras la puerta de la habitación que la doctora me señalaba.
Apenas y escuchaba las palabras que ella me decía,tenia frió,y miedo. Miedo a entrar y desmoronarme.
Pero sabia que debía ser fuerte,tenia que estar junto a el en este momento.
Me detuve frente a la puerta,suspire,e intente armarme de valor antes de entrar en la habitación.
Cuando gire el pomo de la puerta y la abrí,las fuerzas de mis piernas fallaron,dejando estas como gelatina.
Solo algo impidió que cayera al suelo,Edward,que sostenía firmemente mi cintura.
Le mire a los ojos,una extraña sensación se apodero de mi,sentí la urgente necesidad de acurrucarme en su pecho,de buscar en sus brazos la protección y seguridad que tanto necesitaba en ese momento.
Pero no lo hice,me quede donde estaba,y todo,porque mas que nada,temía que el me rechazara.


1 comentario: